Los humanos nos sentimos en la capacidad de gobernar sobre los demás seres vivos y lo que estos nos ofrecen. Nos posicionamos en la cima de todo y siempre buscamos tener más sin importar la disponibilidad de los recursos, lo anterior no es algo nuevo, pues siempre ha sido así. Creemos que somos más valiosos que todo lo que nos rodea y lo único que nos importa es nuestro propio beneficio. Si alguna vez te has preguntado por qué somos así, la respuesta está en el Egocentrismo, esa es la definición correcta, ya que siempre hemos pensado que nuestra existencia es grandiosa y única, y en efecto lo es. Sin embargo, echemos un vistazo a nuestro alrededor, ¿qué nos ayuda a subsistir? No es el poder, no es el dinero y tampoco la fama. Son la naturaleza y todos los seres vivos que cumplen procesos para permitir que todo funcione de manera adecuada y que haya calidad de vida.
Para lograr un balance entre los seres humanos y la naturaleza se debe optar por cambios en los comportamientos y sobre todo en la manera de pensar. Es por esto que debemos cambiar el egocentrismo por el ecocentrismo, un pensamiento filosófico que busca generar una conexión con los entornos naturales y por medio de este es posible tener una relación sana con los ecosistemas y el medio ambiente. Este es un cambio necesario y casi que imperativo, ya que como humanidad hemos estado involucrados en la mayoría de situaciones en las cuales se ha visto afectado el medio ambiente.
Debido a tantos actos realizados para satisfacer nuestras necesidades y antojos hemos generado un sobre giro del planeta, es decir que consumimos más de lo que la tierra puede producir en un año. La sobreproducción nos afecta a nosotros, pero si pensamos, afectará mucho más a las futuras generaciones, ya que estamos gastando todo lo que el planeta nos brinda antes de que este se vuelva a regenerar. Talamos más árboles de los que sembramos y esto hace que la recolección de las emisiones de dióxido de carbono sea aún más compleja y ese es solo uno de los muchos efectos negativos, si observamos la siguiente infografía podremos ver que se tienen varias consecuencias lamentables.
Encontrar el equilibrio entre la naturaleza y el avance de la humanidad es necesario para conseguir un mejor futuro. Es momento de detenernos a pensar sobre nuestros valores y estilos de vida, y por supuesto, en cómo nuestras acciones tienen un impacto en los ecosistemas. Si empezamos a cambiar nuestros comportamientos y ética, de seguro lograremos tener una sostenibilidad climática y personal.