El 22 de mayo en el antiguo edificio Empresa Energía de Bogotá se llevó a cabo el primer foro de energías Renovables en Bogotá. Las discusiones se enfocaron en la actualidad del sector energético y la realidad ambiental del país.
Leonardo Malaver fundó en 2016 una empresa que presta servicios de energías no convencionales. Enfocado en la energía solar fotovoltaica este egresado de la universidad Antonio Nariño asistió al Primer Foro de Energías Renovables para comprender qué es lo que sucede frente a los gremios de electricistas y además de esto comprender un poco más el presente de un país que está migrando a las energías limpias. “Quiero comprender de mejor manera las regulaciones y proyectos en que se desenvuelve el sector. Creo que uno de los problemas que ha sufrido Colombia desde la reglamentación de la ley 1715 es la demora en reglamentar y ejecutar lo que se pacta en el papel”, comenta Leonardo antes de que comience el foro. En la reunión no se dejó de lado la importancia que cada trabajador electricista tiene para una empresa, por ello se abarcaron todos los temas, desde el inició de las energías limpias a nivel mundial, hasta la situación particular en Colombia. Debemos tener en cuenta que el debate del calentamiento global ya no es una discusión académica, como nació, sino que es un tema coyuntural que afecta a cada persona que vive en el planeta tierra, por ellos se aclaró que en el acuerdo de París del 2015 Colombia se comprometió en la reducción de 20% de gases de efecto invernadero, pero ¿cómo se está logrando esto? De fondo se dejó claro que muchos de los estudios que actualmente priman dentro de la discusión frente al uso de materiales fósiles y la utilización de hidroeléctricas son obsoletos puesto que, sin importar, cualquier generador de energía es nocivo para el ambiente, obviamente unos más que otros y exceptuando la aplicación de biomasa, este proceso es 100% limpio según el profesor Luis Gabriel Becerra. Ahora, ya hay presente en el país la posibilidad economizar el uso de la energía casera y empresarial, pero todo esto depende del ciudadano común, pues él puede llegar a ser capacitado para que tenga el suficiente conocimiento que le dé a entender las muchas posibilidades que tiene para no solo ahorrarse unos pesos del bolsillo, sino también generar un menor impacto ambiental. Uno de los panelistas asistentes aclaró que con solo la aparición de auto-generadores las normatividades tecnologías se transformarían y que esto llevaría al cambio climático que disminuiría en toneladas el CO2 producido por factores de la energía generada por grandes empresas que monopolizaron el servicio eléctrico. Por ello el impacto ambiental se vería reflejado a nivel laboral, académico y de investigación para que así haya de fondo lo que todos los asistentes al Primer Foro de Energías Renovables piden: una política pública macroeconómica enfocada a un modelo de energía distribuida, puesto que, según Edward Aristizabal director de Fenaer, “con un kW (Kilovatio) de energía generada, de las grandes empresas prestadoras del servicio, se dan uno o dos empleos, pero con un modelo de energía distribuida el mismo kW está entregando más de cien empleos”.